sábado, 21 de mayo de 2011

MIS LECTURAS: "El Apóstol número 13" de Michael Benôit

Sinopsis:
El padre Andrei lleva una investigación secreta sobre los manuscritos encontrados en el Mar Muerto que podría dar un giro radical a la concepción que tenemos sobre la creación de la Iglesia católica por San Pedro, así como también sobre la figura de Jesucristo. Cuando viaja al Vaticano para informar sobre ciertos contenidos de su investigación, es asesinado en el tren de vuelta a París.


Su más directo discípulo, el padre Nil, retomará sus investigaciones a la vez que intentará averiguar qué ocurrió realmente con el padre Andrei y por qué en su abadía hay tanto empeño en hacer que parezca un suicidio.



Pero cuando el padre Nil empieza a avanzar en sus investigaciones es llamado por el Vaticano para colaborar en un extraño trabajo sobre los orígenes del canto gregoriano. Allí, con la colaboración de algunos amigos y gracias a los archivos secretos del Vaticano, descubrirá una realidad diferente sobre los orígenes de la Iglesia y la divinidad de Jesús que pondrán en jaque al Vaticano, a los musulmanes e incluso a los judíos. 


Comentario:
Que nadie se equivoque, El apóstol número 13 nada tiene que ver con novelas tipo El código Da Vincicon sociedades secretas que buscan el Santo Grial o le dan un nuevo aire a María Magdalena, etc. Si tuviéramos que clasificar esta novela, iría más en la línea de El nombre de la rosa.


Estamos ante un thriller histórico muy ambicioso, que le sirve al autor para hacer una crítica mordaz a la actual Iglesia católica. Michel Benoît era monje benedictino y estuvo trabajando, hace años, cerca del Vaticano, como el protagonista de la novela, el padre Nil. A uno le da por pensar que algo ocurrió en aquella temporada vaticana, para que el escritor se ensañe de esa manera contra los altos cargos de la ciudad santa.

Y es que el mayor tirano de la novela es un cardenal austriaco, amante del poder y favorito del Papa Juan Pablo II, que intenta instaurar viejos sistemas anclados en un pasado lejano. Estamos hablando, en la novela, del cardenal Catzinger, que sabe que cuando muera Juan Pablo II, él será el nuevo Papa. Seguro que a alguien ya le suena de quién habla el autor en realidad...

Uno disfruta la novela, no solamente por la intriga, magistralmente pensada, sino también por estas pedradas, atrevidas, hacia el Vaticano: …"aquí nada ni nadie es inocente. No sabes hasta qué punto es peligroso el Vaticano, hay que desconfiar absolutamente de todos. Este lugar transforma a todos los que se acercan a él; ya nunca vuelven a ser los mismos".

En este panorama se mueve el padre Nil, que lo único que ansía es buscar la verdad para sí mismo. La novela no es pretenciosa como otras tantas que circulan por librerías, es una apuesta personal por un modo de entender las religiones y la historia de nuestra civilización. 

Para que una novela de género histórico sea buena, tiene que dejarnos esa sensación de que, aun sabiendo que es ficción, no hay ningún elemento en la obra que nos diga que aquello que nos cuentan no pudo haber sucedido en realidad. En El apóstol número 13 se plantea una reformulación histórica de los orígenes del catolicismo, de su relación con los judíos y de la religión musulmana. No hay nada que distorsione la historia y que acabemos pensado que el autor haya querido rizar tanto el rizo, que ya ni nos creemos lo que nos cuenta. Es todo lo contrario, el lector se implica con una trama creíble y no deja el libro hasta llegar al final. 

Una novela que da un nuevo aire al género de los thrillers historico-religiosos y cuyo autor ha demostrado sus dotes para seducirnos con su calidad y no caer en errores demasiado frecuentes en novelas de este estilo. 

domingo, 8 de mayo de 2011

RESEÑAS DE LIBROS: "Los libros arden mal" de Manuel Rivas

Los libros arden mal’ es el libro del 2007, aunque se publicase a final de 2006. Es una suma de relatos, de cuentos, que se entretejen, que se mezclan, que huyen de la habitual estructura capitular. Los personajes entran y salen, luchan, sufren, se alegran, se frustran, envejecen y mueren a lo largo de este extenso periodo que arranca en el año 1881 y llega hasta nuestros días, con especial incidencia en el periodo de la Guerra Civil o mejor dicho, luego veremos el porqué, en la Posguerra gallega. Galicia, siempre presente en los textos de Rivas: la Galicia de los emigrantes, de los maestros, de los campesinos, de los boxeadores, de los jueces, de los muchachos, de los marineros...
‘Los libros arden mal’ es un libro que requiere dosificación. Sus seiscientas diez páginas reclaman un modo especial de lectura. No se puede beber de golpe, aunque la historia, las historias que contiene y sus personajes (Polca, Curtis, Ó, Gabriel, Leica, Dez, Samos, el abuelo Mayarí, Pinche, Chelo Vidal, Luis Terranova, Arturo da Silva ...) nos reclaman continuamente, ¡ven, ven, léeme, escúchame, mira lo que ocurre!, sino de modo pausado. Porque si de algo están repletas estas páginas es de matices, de sabores, de juegos de palabras, de semántica, de etimologías. Es un texto que se revuelve sobre sí mismo, que te obliga a bucear en su interior y, lo que también es importante, te incita a buscar otras fuentes documentales, a rascar en la memoria colectiva de los últimos setenta años de este país, llamado España. Para no olvidar, para aprender ... para no meter la pata de nuevo.
‘Los libros arden mal’ es un libro de tesis doctoral, que merece la disección paciente de un forense de las letras, un texto que marcará una época para una generación de lectores. Como dijo hace unas semanas Alfons Cervera, en su sección ‘Fahrenheit 451’ de la Cartelera Turia de Valencia, "seiscientas diez páginas irrenunciables, esponjosas" que hay que leer sin saltarse ni una sola.
‘Los libros arden mal’ habla de libros quemados durante la Guerra Civil. Al comienzo, hay una foto ilustrativa, un auténtico disparador literario para el cerebro privilegiado de alguien como Manuel Rivas, en la que se observa a un grupo de fascistas, con el uniforme fascista, con el saludo fascista, con el rito fascista, en el puerto de A Coruña, agosto de 1936, procediendo a una quema de libros. Incinerar libros no es un tema nuevo en literatura, ni en la vida. ‘Fahrenheit’ 451, ‘El nombre de la rosa’ o el mismo ‘Quijote’ ya nos hablaron de esto. Pero sin duda, esta quema cala más hondo, porque nos pilla mucho más cerca: es nuestra. Y nos duele que se quemen libros, porque quemar un libro es eliminar un trozo de nosotros mismos, de nuestra historia, reciente y pasada, es arrojar al autor en la hoguera del desprecio, del odio, del olvido.

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RESEÑAS DE LIBROS: "Los malos papas" de E.R. Chamberlin


LA OBRA
Sobre el telón de fondo de seis siglos tumultuosos (X-XVI), el autor estudia la vida pública y privada de siete papas. Nos muestra a Juan XII, príncipe romano disoluto; Benedicto IX, que fue causa de una grande ignominia para la Iglesia; Bonifacio VIII, que llevó hasta el más alto grado las ambiciones temporales de los papas y en ello encontró su ruina; Urbano VI, el indómito napolitano, cuyas histrionescas brutalidades ensancharon la escandalosa fisura producida por el Gran Cisma; Alejandro VI, el valenciano que introdujo en el Papado las intrigas propias de la familia Borgia; León X, refinado, cortés, que acogió con altiva indiferencia las preces de un monje agustino de Alemania llamado Lutero; por fin, Clemente VIl, un Médicis, zorro inhábil, que cayó engañado por el emperador Carlos V y arrastró a Roma en su caída. A grandes rasgos, E. R. Chamberlin nos cuenta la historia, de colores subidos, de estos siete pontífices que gobernaron la Iglesia de Roma en períodos especialmente críticos. Esos papas mandaron ejércitos, hicieron el amor y la guerra, conspiraron para escalar el poder y utilizaron las técnicas de la corrupción y el asesinato siempre apañados en la autoridad de la Iglesia. Lúcidamente apoyada en fuentes tanto católicas como protestantes, LOS MALOS PAPAS es una obra esencial y objetiva, en la que son descritos sin velos los abusos y depravaciones papales que llevaron finalmente a la Reforma.
EL AUTOR
E. R. Chamberlin nació en 1926, y hoy figura entre los más prestigiosos historiadores británicos de las nuevas generaciones. Ha publicado The Count of Virtue, biografía de Giangaleazzo, duque de Milán (1965); Everyday Life in Renaissance Times (1966); Life in Medieval France (1967). Ha colaborado con artículos de su especialidad en "The Times", "The Guardian", "The Daily Telegraph", "The Observer". The Bad Popes, apareció en 1969. Traducido a varios idiomas, en todas partes está alcanzando una excelente acogida.

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       Los malos papas

miércoles, 4 de mayo de 2011

MIS LECTURAS: "El cebo" de Jose Carlos Somoza


Ayer martes 3 de mayo de 2011 he acabado de leer El Cebo de José Carlos Somoza. Es una ensalada de papel que combina extraordinariamente todos sus ingredientes: ciencia ficción, misterio, acción, terror, teatro, erotismo, psicología y, sobre todo, deseo. Este último es el motor de esta historia en la que Shakespeare tiene mucho que ver. Esta sorprendente historia se desarrolla en Madrid. Su protagonista principal es Diana Blanco, un cebo de la policía, experta en conductas humanas, con más de diez años de entrenamiento, que tratará de enganchar a un peligrosísimo psicópata apodado El Espectador. Diana necesita hacer su trabajo con la presión extra de salvar a su propia hermana, también cebo, que ha sido el último secuestro atribuido al despiadado asesino.
Si comienzas la lectura de este libro no podrás dejarlo, te lanzará sus potentes tentáculos directamente a tu cerebro como si de una droga sintética se tratara.
José Carlos Somoza nació de 13 de noviembre de 1959 en la Habana, Cuba. Vive en Madrid desde 1960, aunque también ha residido en Venezuela y Córdoba. Sus padres fueron exiliados por motivos políticos. Es licenciado en medicina y especialista en psiquiatría. En 1994 se publicó su primera novela, Planos, tras haber ganado un accésit en un premio. El éxito internacional de La caverna de las ideas, su quinta novela larga, le ha permitido asegurarse que había tomado la decisión acertada.