domingo, 23 de marzo de 2014

MIS LECTURAS. "EL PACIENTE" de Juan Gómez Jurado

Sinceramente, me cuesta buscarle problemas a la novela de Juan Gómez Jurado. Cuando encuentro algo que me ha gustado menos, resulta que tiene también algo de positivo y lo negativo acaba anulándose. Me explico: La novela empieza narrada en primera persona por el Doctor Evans, desde el corredor de la muerte, y con la intención de contarnos cómo llegó hasta allí. A partir de determinado punto, a veces se intercalan capítulos en tercera persona que siguen las acciones de otros dos personajes. Bien, por un lado piensas “vaya, es una pena porque ha estropeado esa sensación de testimonio que tan bien le venía a la novela”, pero te das cuenta al instante de que todo, todo, todo en esta historia está al servicio de la trama, del ritmo y de la acción.
Esos capítulos intercalados son tan necesarios como adictivos.
Y es que El paciente es puro thriller. Desde el primer momento entras en una montaña rusa que no va a dejar de girar y acelerar hasta que llegue a su destino. Con un personaje principal, el Doctor Evans, magníficamente dibujado y dotado de tanto carisma y personalidad que sentirás como un amigo cercano en cuanto lleves unas páginas; y con un grupo de secundarios que están donde deben estar, son como deben ser y todas sus acciones, palabras y sentimientos te quedan claros en apenas unas pinceladas.
Es una novela frenética, con un protagonista desesperado y empujado a una situación límite. Se lee con facilidad, puesto que su narrativa es ágil y muy cercana (ese estilo testimonial le viene muy bien, como ya he comentado, no se embrolla en rocambolescas descripciones y se basa más en las percepciones que cualquiera, como ser humano, puede apreciar de las cosas), y es difícil dejar de pasar páginas una vez estás en faena.
Es fácil imaginar que llegue a haber una película de El paciente.
No os perdáis este libro, os va a tener en vilo de principio a fin.

domingo, 26 de mayo de 2013

DÍA DEL SOCIO DEL 2013

Ayer, sábado 25 de Mayo, celebró nuestra sociedad el día del socio con un acto de convivencia en la sede del Círculo de Artesanos.
Al acto asistieron un numeroso grupo de socios que disfrutaron de un agradable ambiente con la degustación de variadas viandas y un arroz que elaboró nuestro presidente.
Aquí dejo algunas fotos del evento.


















domingo, 7 de abril de 2013

MIS LECTURAS: "Los Litigantes" de John Grisham


Los litigantes (Plaza & Janés, 2012) es la última novela de John Grisham, otro thriller de abogados que sigue la línea del maestro del género y que añade un toque de humor, especialmente con un personaje que nos hará sonreír con su peculiar método de trabajo.
Al comienzo de la novela se describe el bufete de abogados Finley & Figg, cuyos integrantes serán los protagonistas de la novela. En apenas cinco páginas descubrimos las patéticas características de este bufete situado en un barrio degradado del sur de Chicago. Tiene solo dos socios y letrados, que se definen como un “bufete-boutique” afirmando ser exquisitos, distinguidos y talentosos. Para la realidad es muy diferente, se dedican a defender a algún conductor borracho, tramitan divorcios sencillos y su especialidad consiste en tramitar casos de lesiones lo más rápidamente posible, una rutina cotidiana que aportaba escasos beneficios y que requería “poco talento, nula creatividad y que nunca sería considerada exquisita ni distinguida”. 

Óscar Finley es el socio “senior”, ex policía expulsado del cuerpo por su violencia, casado con una mujer aterradora a la que no presenta una demanda de divorcio por no poder permitírselo económicamente. Wally Figg es el socio “junior”, alcohólico en rehabilitación, sin escrúpulos, capaz de llevar a cabo cualquier idea descabellada para conseguir casos, se dedica a recorrer salas de urgencias y tanatorios en busca de potenciales clientes. Y, finalmente, tenemos a Rochelle Gibson, la secretaria y el alma del bufete.
Los dos socios llevan veinte años ganándose mal la vida juntos, discuten como un matrimonio y tienen un largo currículum de demandas y amonestaciones por negligencias. Pero dos acontecimientos darán un giro a su patética situación. Por una parte, el fallecimiento de un cliente al que habían redactado su testamento y las últimas voluntades parece ser un caso rutinario, pero les abrirá las puertas a una demanda contra la tercera empresa farmacéutica más importante del mundo. Por otra, la llegada accidental al bufete de David Zinc, un joven abogado que abandona el prestigioso bufete en el que trabaja al sentirse saturado, absorbido por su trabajo y harto de no poder disfrutar de su familia ni del dinero que ganaba.
David llevaba cinco años trabajando en el bufete y era socio “senior”, pero se había dedicado a trabajar en el departamento de finanzas internacionales, tratando con clientes sin rostro y expedientes tediosos. No tenía experiencia en los juzgados y empezará desde cero en el nuevo bufete, donde se sorprenderá al conocer los excéntricos métodos de trabajo de sus socios que reconocen que “el noventa por ciento de lo que hacemos apesta”.
Juntos se enfrentarán al complejo caso que les puede hacer ricos, pero en el que carecen de experiencia y conocimientos para enfrentarse a la poderosa maquinaria de una empresa acostumbrada a lidiar con todo tipo de demandas y cuyos dirigentes están convencidos de que en esta ocasión tienen la razón. Cada uno de los protagonistas tendrá que hacer frente también a sus particulares problemas familiares y personales que afectarán a su trabajo tanto de forma positiva como negativa.
Los litigantes nos engancha nuevamente con una trama muy interesante que denuncia la corrupción del sistema político y judicial y nos ofrece una historia de ambición y codicia que se resuelve de forma acertada.

sábado, 23 de marzo de 2013

LA PÉRDIDA DEL CONOCIMIENTO


Una clase de Historia del Arte en un instituto de enseñanza secundaria de una gran ciudad española. La Profesora va proyectando imágenes en una pantalla. Cada una de estas imágenes es acompañada invariablemente de un comentario suyo sobre la luz, el color, la simetría; en fin, las claves para entender la pintura y su evolución. De pronto, un alumno próximo a la mayoría de edad, estamos en segundo de bachillerato, levanta el brazo y pregunta: " Profesora, ¿porque salen siempre comiendo?". Y la maestra, a la que ya casi nada sorprende, ni siquiera ese tipo de preguntas, le responde que salen comiendo porque la "Última Cena" es tal vez uno de los episodios del evangelio más tratados por el arte de inspiración cristiana. El alumno asiente. Es decir, calla. A duras penas sí sabe lo que es el Evangelio.
Por supuesto, esto no significa en modo alguno que el alumno en cuestión sea un supremo ignorante. Si el chaval no se tuerce, dentro de unos meses poseerá la condición de bachiller y lo más probable es que el curso que viene se siente en una de las muchas aulas universitarias del país. Vaya, que algo habrá aprendido para llegar hasta aquí. Sin duda. Aprendido unas cuantas destrezas, ha razonado lo justo, ha memorizado muy poco y, en general, se ha comportado. Y con ese bagaje ha ido pasando de curso sin problemas. Pero sus conocimientos no se limitan a eso. Incluso puede decirse que se han forjado al margen de eso. Su cultura, ese poso que le sirve de báculo para andar por el mundo, se ha constituido en gran medida con lo que él ha descubierto por su cuenta, sin que nadie, excepto quizá sus compañeros, le haya orientador lo más mínimo. En la red ha encontrado cuanto podía precisar. Hasta los amigos. Su formación es en gran parte el fruto de ese navegar diario. Qué digo diario, constante, pues en su quehacer digital casi no conoce momentos de calma.
Como es natural, una de las primeras consecuencias de esta situación es el descrédito de lo poco que ha aprendido en la escuela. Claro que también esta, al renunciar a sus valores tradicionales, le ha facilitado mucho las cosas. Porque, en su afán renovador, la escuela, y en especial la española, lleva por lo menos un cuarto de siglo primando valores como la convivencia, la tolerancia o el respeto --cuya transmisión correspondía hasta la fecha al ámbito familiar -- y arrumbando los que siempre le han sido propios o sea, el esfuerzo, el afán de superación o la adquisición del saber. Esa suplantación de unos valores por otros; esa ruptura de la continuidad entre pasado y presente, esa indolencia --pues de lo que se trata, al cabo, no esté que el alumno aprenda, sino de que se sienta cómodo-- han resultado fatales. Y la primera víctima -- después de los propios alumnos, claro-- ha sido el conocimiento o, si lo prefieren, esa Última Cena que ya no se sabe de dónde sale ni para qué.
Así las cosas, como sorprenderse de que los informes de evaluación internacionales sitúen con reiteración a España a la cola de los países económicamente desarrollados por culpa de la gravosa incompetencia de sus jóvenes quinceañeros. O de que Finlandia, un país que figura siempre en los puestos de cabeza, dedique sus mejores estudiantes a la carrera de magisterio --al contrario, sobra decirlo, que España, donde esa carrera suele ser, por lo general, pasto de los más zoquetes--. O de que la Unesco advierta de que uno de cada tres españoles de entre 15 y 24 años abandona sus estudios sin acabar la secundaria, cuando la media europea es de uno de cada cinco, lo que sumado a un paro juvenil del 50% ofrece un panorama ciertamente desolador. Todo esto era más que previsible hace un cuarto de siglo. Y, por previsible, evitable. Ahora, en cambio, poco se puede hacer ya. Sólo poner cataplasmas, y gracias.

jueves, 14 de marzo de 2013

GUÍA DE AUDICIÓN: "Pequeña música nocturna" de Mozart


La serenata Pequeña música nocturna la compuso Mozart en el verano de 1787 y se convirtió enseguida en su obra más popular. El motivo apenas se puede vislumbrar: aquí se une la categoría compositiva con un encanto melódico muy peculiar, que eleva a esta composición por encima de otras de igual nivel. Tal vez esto explique que, para muchas personas, signifique, desde generaciones, algo así como "la esencia de Mozart".
Escrita en cuatro movimientos, su diseño original fue para cuarteto de cuerda, ampliado a orquesta de cuerda, con los chelos y contrabajos sonando siempre a distancia de octava.
Presentamos aquí el primer movimiento, el allegro subtitulado con su guía de audición:


domingo, 3 de marzo de 2013

PROKOFIEV: "El baile de los caballeros" de Romeo y Julieta


El ballet Romeo y Julieta fue compuesto o en la primavera de 1930 y. En el desarrollo se atiene fielmente a la tragedia de Shakespeare del año 1597. Trata de dos jóvenes de Verona que descubren su amor mutuo pero deben mantenerlo en secreto, pues sus familias están mortalmente enemistadas. Romeo, hijo de la casa de los Montesco, participa, enmascarado, en una fiesta de la familia enemiga, los Capuleto, y se enamora apasionadamente de su hija Julieta. Ambos se encuentran en secreto y deciden contraer matrimonio.
Para el ballet, este argumento rico en álgidos momentos dramáticos y contrastes se dividió en distintas escenas. Sus caracteres difieren: delicadas descripciones de las personajes se alternan con escenas de masas, las de amor comparten escenas con las luchas a muerte. Prokofiev logra la descripción musical de modo sublime. Además otorga gran valor a la exposición de los conflictos sociales en los que se encuentran sumidos ambos protagonistas y a causa de los cuales mueren, para reconciliar, mediante su muerte, a ambas familias enemigas.
Uno de los temas más conocidos de este ballet es el que vamos a oír a continuación, se trata del baile de los caballeros.
Yo he subtitulado el vídeo con la guía de audición:


Aquí el vídeo con el baile:


sábado, 2 de febrero de 2013

GUÍA DE AUDICIÓN SUBTITULADA: Sinfonía nº 6 de Beethoven. 3º y 4º Movimiento




3.- ALLEGRO (SCHERZO) (3'02'')
"Alegre reunión de los campesinos"
En este tercer movimiento Beethoven quiere evocar el ambiente de los campesinos cuando se reúnen para divertirse con cantos y bailes en una perfecta explosión de júbilo. El movimiento, aunque no lleve explícita la forma en el título, es un Scherzo. El tema principal es sugerido desde un principio por Beethoven en las cuerdas, sin embargo, como viene siendo ya normal en esta sinfonía, el compositor se resiste a presentarlo al completo desde un principio, reservando lo y aumentando la tensión progresivamente para por fin explotar con toda la orquesta en la exposición definitiva. A la propuesta de las cuerdas, responden los fagotes y las flautas con el tema principal de nos recuerda a una tonada popular que es cantada por un campesino para llamar a su gente a la fiesta. Esta presentación se repite  tres veces hasta que gradualmente va aumentando la tensión que alcanza una impetuosa y cordial explosión de júbilo.
El compositor decidió unir este tercer movimiento con el siguiente con la indicación de "attaca", queriendo decir que no existe pausa entre el tercer y cuarto movimiento de esta obra.

4.- ALLEGRO (3'25'')
"Tormenta"
De repente una tormenta interrumpe el regocijo de los campesinos. Todos corren a refugiarse, aunque no con tristeza, ya que saben el beneficio que el agua hace al campo. Un cambio repentino de tempo y tonalidad nos sitúa en el cuarto movimiento. Los bajos atacan suavemente mientras los violines se revuelven entre veloces figuras. Y las maderas nos avisan de la proximidad de la tormenta.