Un coche a toda velocidad, un brazo con un extraño tatuaje azul y el profundo dolor por el rapto de su hijo. Eso es todo lo que recuerda Sibylle cuando despierta en una fría y amenazadora habitación de hospital. Es entonces cuando descubre que lleva dos meses en coma, pero lo más sobrecogedor es que el personal del hospital le indica que, en realidad, ella nunca ha tenido hijo alguno.
Sabiéndose de algún modo en peligro, Sibylle consigue escapar y dirigirse a su casa, donde la pesadilla, lejos de desaparecer, se agudiza cuando su marido dice no conocerla. A partir de ese momento, se irá introduciendo en una espiral cada vez más enloquecida, dónde nada es lo que parece, ni siquiera ella misma: policías corruptos, empresas sin escrúpulos y un increíble hallazgo que amenaza la paz mental de Sibylle, quien sólo podrá contar para aclarar lo ocurrido con su maltrecha memoria y un par de desconocidos.
COMENTARIO
Novela de ciencia-ficción, que me ha recordado a aquellas novelas de misterio de Robin Cook que leía hace ya bastantes años, con experimentos siniestros, organizaciones clandestinas en centros médicos y personajes muy malvados.
La protagonista es una mujer que despierta en el sótano de una clínica, con unos recuerdos que no se corresponden con la vida de la persona que cree que es. Es perseguida por la policía y por desconocidos, mientras intenta de forma desesperada desentrañar el misterio de lo que la está sucediendo. Se encuentra con personas que parecen querer ayudarla pero que también pueden estar vigilándola, por lo que su búsqueda es solitaria y desconfiada.
El argumento podría haber resultado de interés pero resulta bastante flojo en su desarrollo. Pretende tener un ritmo rápido de best-seller americano, pero se queda en el camino y no consigue mantener la intriga. No es una trama absorbente ni llega a interesar, y en algunos momentos resulta previsible.
En cuánto a la protagonista, es un personaje plano que no se me ha hecho nada simpático, no es inteligente, no parece enterarse de nada de lo que sucede a su alrededor ni consigue atar cabos con la información de que dispone, por lo que no he conseguido implicarme para nada en sus problemas. Así que le doy el aprobado justito porque me ha resultado un argumento demasiado convencional y predecible, así como poco novedoso.
Supongo que para los lectores aficionados a este tipo de historias fantásticas tendrá su atractivo pero desde luego no ha cumplido mis expectativas. Por compararla con alguna otra novela de este estilo, No confíes en nadie, de S.J. Watson, que ha sido otra de mis lecturas de las últimas semanas, está bastante más conseguida.
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