Conmocionada, Erica empieza a investigar y descubre que Alex estaba embarazada; además, la autopsia revela que su amiga no se suicidó sino que fue asesinada. El policía encargado del caso es el detective Patrik Hedström, para quien Erica siente algo más que mero interés profesional.
OPINIÓN:"Misterios y secretos familiares en una emocionante novela de suspense", dice la portada. Y sí, exactamente eso es. Una apasionante novela de suspense que consigue absolutamente su propósito: enganchar al lector, sumergirlo en la trama, conducirlo a formular hipótesis sobre el presunto asesino, sobre los presuntos móviles, y comprobar al final hasta dónde nos ha tenido despistados la autora.
La acción se desarrolla en un pueblecito costero de Suecia, cerca de Goteborg, donde la protagonista, Erica, una mujer de 35 años que trabaja como escritora de biografías en Estocolmo, regresa para hacerse cargo de la casa de su familia. Sus padres acaban de morir en un accidente de tráfico y ella, bajo las presiones de su hermana y su cuñado, que pretenden vender la hermosa casa familiar, debe poner en orden todas las cosas que los muertos dejan. Pero no le va a resultar tan fácil, pues otra muerte se cruza en su camino: la de su mejor amiga de la infancia, con la que no tiene contacto desde hace 25 años, pero a la que encuentra asesinada en su bañera. A partir de aquí, se desarrolla una apasionante historia que mezcla la investigación policial con la vida privada, el pasado con el presente y un número importante de personajes que se van enredando en una trama verdaderamente muy entretenida. El ritmo es muy sostenido y constante, y no decae ni cuando se centra en la parte puramente privada de los personajes, al margen de la investigación. Consigue además la autora crear un ambiente muy cálido en medio del frío sueco: describe muy bien las casas, las cocinas, las comidas, y hace ver lo bien que se sienten los personajes con los lugares que les son queridos. Eso me ha gustado muchísimo, aparte de la historia en sí.
Puede que quizás al final tengamos la tentación de pensar que algo es exagerado, o traído por los pelos, pero de verdad que se le perdona fácilmente. Me alegro de haber descubierto a esta autora que vuelve a un género tan difícil, por lo desarrollado, sin tratar de salirse de los cánones que impone el género. Sin pretensiones. Esto es una novela policíaca y ya está. Hay crímenes, misterios, asesinos, secretos de familia... Si además resulta que hay amores y otros temas secundarios, pues bien venidos sean, porque no resultan postizos. Les dedica el espacio que les debe dedicar, sin más. Ha conseguido muy bien dar el tiempo y el espacio necesarios para cada ámbito de la historia. Y así se puede afirmar que las últimas 150 páginas se devoran, buscando ya la resolución a tanta incógnita.
Me alegro de saber que hay una continuación, "Los gritos del pasado". Aunque no sé si Erica, Patrik y sobre todo el pequeño pueblo de Fjällbacka darán para mucho. Pero de momento, se merece que le demos una oportunidad.
Muy recomendable para quien quiera recuperar el placer de una buena historia, muy bien contada. Puede ser aconsejable para alumnos a partir de 4º de ESO.
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