jueves, 16 de agosto de 2012

MIS LECTURAS: "LA LEYENDA DEL LADRÓN" de Juan Jurado Gómez


En 1587, en una venta de Écija un comisario de abastos del rey encuentra a un niño de 13 años, enfermo de peste abrazado al cadáver de su madre. El comisario ve que el niño podría salvarse, y decide arriesgarse y llevarlo a un orfanato en Sevilla. El niño, Sancho, tiene un carácter difícil y rebelde que le hace meterse en problemas cada vez peores, pero también tiene un gran sentido de la justicia, que le llevará a combatir a algunos de los hombres más despiadados de Sevilla.
El punto de partida lo encontramos en muchas historias: protagonista de origen humilde que desafía su destino de desharrapado y combate al poderoso malvado en pos de la justicia y la venganza, mientras enamora y se enamora de una mujer fuerte dispuesta a luchar contra las resticciones sociales que sometían a la mujer en aquella época. A pesar de eso Juan Gómez-Jurado consigue que no nos parezca una historia ya leída, sino más bien la usa a modo de convención del género en la que el lector puede sentirse cómodo y dejarse llevar por una trama que no decae ni en interés ni en ritmo en ningún momento, más bien al contrario, se trata de uno de esos libros que te enganchan y te resistes a cerrar.
Los personajes, aunque convencionales, están muy bien definidos en sus virtudes y sus defectos, por lo que resultan tridimensionales, realistas. Incluso un movimiento tan arriesgado como es la inclusión de dos personajes reales, Cervantes y Shakespeare, está bien resuelto, y resultan tan creíbles e integrados en la historia como los personajes ficticios.
En cuanto a la documentación, los detalles y el lenguaje de la época que el autor incluye sirven para trasladar completamente al lector a la Sevilla del siglo XVI sin detener la acción con descripciones innecesarias, ni distraer de la historia.
Porque otra de las virtudes de este libro es lo visual que es. Mientras lees, vienen a tu cabeza perfectamente definidos la ciudad y los personajes. Al igual que a los protagonistas, Juan Gómez-Jurado recrea vívidamente los escenarios en los que transcurre la trama, con sus olores, colores, usos y costumbres.
Dentro de esa ambientación es inevitable ver un parecido con la situación económica, política y social de la España de 2012 con una sociedad polarizándose cada vez más en ricos y pobres, con políticos inútiles y corrupción por todas partes. Esto también contribuye al disfrute de la novela, y a la identificación con el héroe, defensor de los desfavorecidos.
Esto, en cuanto a lo que me ha gustado de la novela. Lo que menos me ha gustado ha sido uno de los personajes, Clara, la protagonista femenina. Aunque plasma muy bien los miedos y dudas que la atenazan en su anhelo de escapar de la vida de esclava que le ha tocado en suerte, lo que aporta verosimilitud al personaje, resulta excesivamente pasiva para un carácter supuestamente fuerte y valiente. En más de 600 páginas sólo toma una decisión, y la alternativa era demasiado horrible para ser una opción. Todos los avatares que le suceden vienen dados por las acciones y decisiones de los personajes masculinos que la rodean. Francamente, a estas alturas, ni las princesas Disney se quedan sentadas esperando a que el príncipe de turno las salve.

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