En ésta última novela del autor de "Chacal", siempre con el grado de verosimilitud marca de la casa, se nos propone una alternativa para acabar con el tráfico de cocaína a nivel Estadounidense y Europeo.
A partir de un hecho aparentemente trivial el Presidente americano (que es Obama, aunque no se nombra directamente) le pregunta al responsable de la DEA la gravedad del problema de la cocaína. La respuesta le lleva a plantearse si es posible, para lo que recurren a los servicios de un ex agente de la CIA, que llega a la conclusión de que es posible; pero par< lo cual elige una independencia absoluta, cierto tiempo de preparación y ejecución, mil millones de dólares y el apoyo de todas las agencias gubernamentales sin preguntar.
Una vez autorizado, el ex agente, Devereaux, también conocido como Cobra, empezará a reclutar a su equipo, empezando por su segundo, Cal Dexter.
La nueva organización va tomando forma y empieza a prepararse para enfrentarse a su nuevo enemigo por tierra, mar y aire, en el límite de la legalidad, un poco forzado eso sí, por el propio autor.
Mientras tanto se conocen también al gran rival: La Hermandad, que es el principal distribuidor de cocaína. Una organización colombiana que ha fusionado, la mayoría de las veces a la fuerza, a los antiguos carteles existentes en el país.
El enfrentamiento empieza y los buenos, apoyados de vez en cuando por los siempre necesarios “golpes de suerte” que se dan en estas novelas empiezan a obtener éxitos ante unos enemigos que por una vez no saben a lo que se enfrentan.
La trama está muy bien construida y en su desarrollo se nos da gran cantidad de información sobre la manera en la que la cocaína se introduce en los diversos territorios, y yo apostaría a que gran cantidad de esta es real. También hay un énfasis en el poder de las nuevas tecnologías de seguimiento, ese “Gran Hermano”, que puede llegar a verlo todo, siempre que se sepa lo que se busca.
La operación llega a tener tanto éxito que los políticos se ven alterados por ciertas consecuencias inesperadas, lo que lleva a plantearse la continuidad.
En este momento el autor toma partido ante el cinismo imperante en las altas esferas, más preocupadas en sus votos (el peligro a la reelección presidencial, pues la novela se adelanta un poco en el tiempo a la actualidad), que en solucionar un grave problema, lo que llevará a Deveraux a replantearse la situación en un desenlace bastante trepidante e inesperado, que evidentemente aquí no voy a adelantar.
Una buena novela que me ha hecho pasar un rato agradable. La recomiendo (8 sobre 10)
Os dejo un BookTrailer del libro (está en inglés)
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