La conjura de Cortés, de Matilde Asensi (ed. Planeta, 2012) es la culminación de la Trilogía de Martín Ojo de Plata con la que la autora nos ha deleitado con una peculiar recorrido por el Siglo de Oro español a través de tres historias plagadas de “intrigas, aventuras, amor y conspiraciones”.
En esta ocasión acompañaremos a su protagonista en una aventura con un menú de lo más atractivo: “un mapa, un tesoro escondido, un enigmático texto, una conjura para derrocar a la corona española en Nueva España y una mujer que busca concluir una venganza”.
En el comienzo, encontramos a Catalina Solís después de que en la anterior novela perdiera un ojo en el combate contra los Curvo, la familia sevillana responsable de la muerte de su padre. Solo uno de ellos escapó con vida, convirtiéndose en la única persona que le faltaba por matar para cumplir el juramento que su padre le obligó a hacerle en su lecho de muerte.
La protagonista vive en la clandestinidad con sus dos identidades, como Martín Nevares estaba reclamado en todo el imperio por contrabando ilícito con el enemigo en tiempos de guerra y como Catalina Solís estaba igualmente reclamada por los asesinatos de la anterior aventura.
El carácter de Catalina ha cambiado, los años transcurridos han transformado a la inocente y candorosa niña del inicio de la Trilogía en una mujer fuerte, decida y más cruel, a la que encontramos también enamorada de Alonso, el hijo de fray Alfonso.
Pero nuestra protagonista no encontrará descanso, después de haber perdido en el curso de su vida a dos padres, dos madres y un hermano, se pregunta ”¿Cuánto dolor le es dado resistir al corazón humano antes de quebrarse?”, y no tardará en encontrar respuesta.
Un sobrino de los Curvo arrasa el lugar donde se esconde la protagonista y sus hombres, llevándose prisioneros a su compadre Rodrigo y a su amor, Alonso. Catalina emprenderá su persecución para rescatarlos en una primera parte con varias escaramuzas navales.
De forma accidental se cruzará con una conspiración contra la corona que tendrá que desbaratar, además de iniciar la búsqueda de un legendario tesoro, cuya ubicación podría esconderse detrás de una serie de complejos enigmas que téndrá que descifrar. La empresa es peligrosa, pero la recompensa se convierte en una propuesta imposible de resistir. Catalina se enfrenta a la posibilidad de limpiar por completo su nombre y el de su padre, la restitución de todas sus propiedades y la concesión de un título nobiliario con tierras y rentas que podrán heredar sus descendientes, por lo que “dejaría de ser una proscrita para convertirse en una dama noble, respetable y acaudalada a la que nunca más perseguiría la justicia”.
La conjura de Cortés es una historia emocionante, con un ritmo ágil, trepidante, sin tregua, mientras asistimos a una serie de conspiraciones, traiciones e intrigas políticas que culminarán en una acertado final que pone el broche adecuado a la Trilogía.
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