Hay cosas que dan mucho susto; ir al dentista, ver Cuarto Milenio, escuchar a ciertos periodistas de la radio, mirar un viernes por la noche ¿Dónde estás, corazón?, oír en el Ipod a Los Rebujitos o ir al cine a ver una peli española, y para más inri, de Garci.
Si, todo eso da mucho canguelo, pero lo que no les tiene que dar miedo es comentar. Los comentarios en los blogs son la esencia, el meollo del asunto. La gente cree que para comentar en una bitácora tiene que ser una cosa bien pensada, meditada, trabajada. Nada más lejos de la realidad. Lo que vale es la espontaneidad, el chichipirri, la polémica sana. Un blog sin comentarios es como un cocido sin pringá (que no es cocido ni es ná). O sea, que a comentar todos. Y además es gratis.
Si, todo eso da mucho canguelo, pero lo que no les tiene que dar miedo es comentar. Los comentarios en los blogs son la esencia, el meollo del asunto. La gente cree que para comentar en una bitácora tiene que ser una cosa bien pensada, meditada, trabajada. Nada más lejos de la realidad. Lo que vale es la espontaneidad, el chichipirri, la polémica sana. Un blog sin comentarios es como un cocido sin pringá (que no es cocido ni es ná). O sea, que a comentar todos. Y además es gratis.
1 comentario:
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