Revista de Feria 1959

En 1959 pasan muchas cosas en el mundo, que andaba, como siempre, bastante revuelto. Fidel Castro y sus barbudos triunfan con su revolución en Cuba… y este hombre parece el conejito de Duracell. Revolución permanente que le llaman a las dictaduras de largo recorrido. Y hablando de dictaduras, este mismo año,nuestro generalísimo Franco inaugura su mausoleo, el Valle de los Caídos. Pero no todo los totalitarismos gastan sus esfuerzos en cosas locas, pues algunos días antes de nuestra Feria Real, la URSS coloca su primera sonda en la Luna, el Lunik 2, ganándoles un poco el terreno a los amigos del mundo libre. En otro orden de cosas Günter Grass presenta una novela que aún leída 50 años después sobrecoge igual, El Tambor de Hojalata (que les recomiendo fervientemente – eso es novela histórica, y no los parches que sacan ahora-).

En ámbitos más domésticos vemos nombrado nuestro Círculo en la revista de Feria, en Al Círculo de Artesanos de Castro del Río, TASAM expone el espíritu de esta sociedad en su viejo emplazamiento al lado del Castillo. Al lado un poema de Rafael Millán, fechado en Río de Janeiro. Ya había empezado su periplo por esos mundos de Dios. En El Extranjero nos muestra la añoranza por su pueblo natal, que no es otro que el nuestro.

Siguiendo en esta tónica Rafael escribe Carta desde el Brasil a mis paisanos y nos hace una remembranza de las Ferias pasadas por él vividas.

Tadeo nos habla también de Los amodorrados, ese tipo de persona que no siente ni padece, y a los que personalmente les tengo una envidia de todo menos sana.

José Navajas Fuentes en su cuento LA GRAN VENGANZA nos habla de aquello que podíamos definir como justicia poética, donde al final se demuestra que la dignidad y el señorío no se compran con el vil metal.

Juan García Cañete en ¿Son lícitas las evasiones periódicas? nos casi obliga a ir a la Feria con la mejor de las disposiciones, cosa fácil por la mayoría de los mortales (y difícil, o muy difícil, para un pequeño reducto de aguafiestas).

Como curiosidad última les pongo el anuncio de ¡¡EL DESPIERTO!! Un señor que igual te vende el gordo de la Lotería Nacional que te arregla la radio. Un hombre del renacimiento… por algo lo llamaban el despierto.

PD: Perdón por la calidad de los escaneos. Eran fotocopias y no del todo buenas, aunque con la buena voluntad que les supongo, sabrán disculpar y disfrutar de estos legajos de nuestra historia local más reciente… pero a lo tonto, a lo tonto, ¡¡ya hace 50 años!!

En las próximas entregas cambiamos de década, pero me van a permitir retroceder a los años 40, que se escaparon del primer escaneo.