viernes, 29 de mayo de 2009

El mercenario de Granada

Acabo de leer un esta novela histórica de Juan Eslava Galán y me ha dejado muy buena impresión. Nos sitúa en el siglo XV, en las postrimerías de lo que se ha llamado la Reconquista. Su protagonista, un herrero búlgaro llamado Orbán, miembro de una prestigiosa dinastía de dominadores del fuego, se convierte en mercenario y espía por imposición del Gran Sultán turco, Bayaceto II, a quien los musulmanes del reino de Granada se dirigen con peticiones de refuerzos. Como respuesta a esta solicitud de ayuda, Orbán es enviado a Málaga con el objetivo de poner su capacidad como artillero y fundidor al servicio de Boabdil. Aunque los refuerzos del sultán consisten, pues, en el envío de un solo hombre, “oír es obedecer”. Sólo más tarde descubriremos, al igual que el Zegrí de Málaga, el valor del enviado, un maestro en lo que se llamaba entonces el Arte Regia: el conocimiento y dominio de los secretos del bronce, del hierro, de la forja, de la pólvora.

Bajo los ojos del artillero se relata en la novela el asedio que durante varios meses sufrió la ciudad de Málaga en 1487, y posteriormente el asedio y la rendición de Granada, todo ello desde la perspectiva de un testigo aséptico, cuya única bandera es la mujer de la que se enamora y la familia que le espera (y que amenaza Bayaceto para garantizar que cumpla con la misión encomendada).

La novela es entretenida y se lee con rapidez. Se agradece mucho que en las primeras páginas del libro se haya incluido una lámina para ilustrar a los no versados en historia militar sobre el abecé de la artillería primitiva: falconete, ribadoquín, espingarda, bombarda y pasavolante.

Me han gustado especialmente algunos de los personajes secundarios, quizás más, incluso, que los protagonistas. A mi juicio la historia de amor es previsible, pero está bien tramada. Y el hecho de centrar la historia de los últimos días de la reconquista en la importancia de una incipiente artillería, un enfoque original.. Como punto menos positivo, añadiría que me he quedado con ganas de que a través de la novela se profundizase un poco más en la trama política subyacente.

Como dato curioso, una frase que me llamó la atención por lo “actual” de la expresión utilizada, en un libro plagado de vocablos en desuso, propios del siglo XV: “ A ver si se va ese coñazo, porque hoy no estoy para ruidos

Por último: el autor de “El mercenario de Granada”, Juan Eslava Galán, es autor de otra novela histórica que leí hace algún tiempo y que también me gustó mucho: “En Busca del Unicornio”, premio Planeta en 1.987.

 

NOTA.- He tenido que usar constantemente el diccionario para entender algunos términos (ardite, alheña, estafermo, derviche, poterna, zoloco…), un trabajo que me encanta.

Rafael Vera Cívico

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