Queridos amigos del blog del Círculo de Artesanos, hoy comienzo una nueva serie de post dedicados a escritos de personas vinculadas a esta sociedad en Revistas de Feria antiguas.
De aquellos barros vinieron estos lodos, podríamos decir, pues nuestra revista, aunque nueva, recoge las inquietudes de los que vinieron antes que nosotros.
Yo, por supuesto, no les puedo hablar de las personas que escribieron estas líneas. Otros si podrán, y espero que lo hagan. En comentarios, en entradas, o por correo electrónico, a viva voz en la calle o donde sea. Todo será recogido, pues existe un principio en Geología (barro para casa) , el del Actualismo, que nos dice que el pasado es la clave del presente. Y nuestro presente mañana será pasado, claves de otros futuros.
Empiezo cronológicamente por 1953, con un texto titulado Breve Bosquejo Histórico de esta muy Noble y muy Leal Villa, escrito por el Bachiller Juan de Florencia, pseudónimo del veterinario Don José Navajas Fuentes, de
Siempre, aparte de los artículos pondré cosas que me parezcan curiosas. De 1953 como extras les ofrezco la portada de
Como siempre, pulsar para aumentar.
Espero que les guste la iniciativa.
Actualización:
Se me olvidó ponerlo antes, pero por supuesto, todo lo expuesto aquí en escaneo es Creative Commons, con lo cual puede ser copiado, manipulado o lo que ustedes quieran, eso sí, sin sacarle un duro. Y citando la fuente, claro está.
3 comentarios:
La iniciativa me parece muy interesante. En cuanto al artículo publicado por D. Jose Navajas Fuentes en la revista de feria de 1953, documentado en parte por actas capitulares, y Crónicas de Alfonso XI, pero que en otros aspectos, no se porque no hace referencia alguna a publicaciones, procedencia o fuente bibliográfica o de otra índole. Si alguien las conoce me encantaría lo indicase. Un saludo
A Juan Porcel:
D. José Navajas Fuentes, al que conocí en su clínica veterinaria a la bajada del Coso y por sus frecuentes visitas a la Imprenta (tenía una cordial relación con mi padre), era un incesante buceador de textos y tradiciones antiguas, especialmente los relacionados con Castro. Su interés por estos temas le venía de su padre, D. José Navajas Bravo, Secretario del Ayuntamiento a finales del s. XIX y principios del XX, el cual inició una HISTORIA DE LA NOBLE Y LEAL VILLA DE CASTRO DEL RÍO, de la que sólo publicó los dos o tres primeros capítulos en 1906. Esta historia, apenas iniciada, la continuó el hijo (Navajas Fuentes), quien la terminó, y aunque no está publicada existen referencias en el Catálogo Artístico y Monumental de Córdoba y Provincia. La conserva su hijo, Pedro Navajas Linares, residente en Córdoba. Creo que hace bastantes años se intentó su edición con Ayuntamiento y Diputación, pero no sé por qué divergencias, no cuajó el intento.
Como decía antes, llegué a conocer personalmente a Navajas Fuentes. Era un excelente conversador, que nos dejaba asombrado por su erudición y su conocimiento de la historia local, que contaba salpicada de curiosas anécdotas (aún recuerdo su narración de la existencia de un bandolero castreño llamado “El Chorizo”, que se echó al monte por haber cometido un crimen pasional, y que dio nombre a la huerta que había tenido próxima al Saladillo, que desde entonces empezó a conocerse como pago de “La Choriza”). Como cronista a la vieja usanza, mezclaba datos recogidos de la transmisión oral –y quizás de leyendas populares- con otros de más apoyo documental, tal vez sin el rigor científico que observamos en los historiadores actuales, por lo que a veces no citaba la procedencia.
Probablemente sus fuentes serían, aparte de la información heredada de su padre y sus propias investigaciones –rellenó miles de fichas, que nosotros le preparábamos en la Imprenta-, tanto en los archivos municipal y provinciales como en la escasa bibliografía existente hasta entonces, que con toda seguridad poseería ya que, repito, era un innato coleccionista del pasado. Nos habló en alguna ocasión de una obra titulada DISERTACIÓN HISTÓRICA DE CASTRO EL RÍO, escrita en 1749 por D. Bartolomé Sánchez de Feria y Morales, que ejerció como médico en Castro durante los años 1743 al 1769.
El manuscrito de esta obra se encuentra en la Real Academia de la Historia y tengo localizada su signatura. Es cosa de intentar conseguir copia.
Gracias Paco por tu interesante información.
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